Declaración de amor lésbo-rockero a Femfest

Una vez que tomé la decisión de ser lesbiana (sí, fue una decisión política) volqué mi mirada hacia el mundo de mujeres. Hasta ese momento tenía el discurso engañoso de que somos todos seres humanos y que podía mirar más allá de los géneros (engañoso porque claramente unos son más humanos que otras y la diferencia sexual pesa mucho, aunque yo no quiera). Mi “conversión” (entre comillas porque pienso que siempre fui lesbiana y esa opción fue truncada debido a la invisibilización y negación existente de las mujeres que aman a otras mujeres) al lesbianismo vino de la mano con una búsqueda de otras sabidurías, con darme cuenta que no existía nada neutro, que el relato del “ser humano” siempre era del hombre y las mujeres no existíamos o teníamos un papel secundario en, básicamente, todo.

Empecé a buscar todo lo producido por mujeres en las artes, literatura y principalmente la política, tratando de encontrarme en relatos que dejaran de hacerme sentir ajena y excluida. Leí a pensadoras, escritoras, conocí a artistas, deslumbrándome por sus propuestas y por el gran número de bandas de mujeres que existían, y yo aún no conocía, no solo alrededor del globo, sino que específicamente en Chile. Me enteré de la existencia de Horregias, Ellas No, Femicidio, Portaligas, Flores Marchitas de Concepción y un montón de otras bandas mixtas, algunas con voz de mujer como Vaso de Leche.

Como uno de mis pasatiempos favoritos es ir a tocatas, fui a cuanta pude, Bar Uno, Bar Santa Filomena y varios otros antros eran sedes habituales, pero dentro de toda esa escena rockera lo que más me hizo sentido fue los festivales y tocadas Femfest.

Descubrí, con mucha alegría, de su existencia y que no se trataba solo de una organización de mujeres sino que tenían un discurso crítico y comprometido en lo social. Me deleité conociendo a cada una de sus bandas participantes y confirmé que los prejuicios que había oído, como que las mujeres no son buenas haciendo rock o que su música es más suave, estaban completamente errados… todos ellos provenientes de la idea preconcebida de que las mujeres somos/debemos ser femeninas, dóciles y suaves, justamente las cosas que a varias no nos gusta ser y nos rebelamos construyendo nuestras vidas como nos plazca, fuera de esas normas.

Descubrí en todo este mundillo del punk under de mujeres, música que me hacía erizar los pelos, que me dejaba las pulsaciones a mil, sintiendo el rock en todo mi cuerpo, con letras críticas, pensantes y relatadas desde la experiencia de haber nacido y habitar mi cuerpo mujer. Era eso lo que quería escuchar y en esas tocatas donde quería estar… ya era suficiente de canciones sobre las “minas y la chela” del mundo del rock y punk rock masculino, se venían nuevos aires y sonoridades a mis oídos.

Junto con todo este frenesí que provoca una buena tocata dentro de la noche capitalina, me gustaría rescatar especialmente la tocata Femfest que realizaron en el Liceo 1 de niñas mientras se encontraban en toma, el año 2011. Ocasión donde pude escuchar a todas esas bandas de mujeres que me gustaban, si bien la acústica del gimnasio del liceo no era la óptima, la contingencia del momento, las chicas del liceo organizadas (siendo parte de todo un movimiento estudiantil) junto con las mujeres de Femfest, el discurso y los modos de hacer las cosas me dejaron fascinada con esta colectiva, por lo que traté de asistir a todo lo que organizaran.

Al tiempo después me junto con la Flakis de Vaso de Leche para comprarle un disco (sin habernos visto antes, yo solo conocía su música), la invito a fumarse algo y pasamos mucho rato pegás conversando, le pregunto TODO sobre Femfest, me cuenta, discutimos ciertos aspectos teóricos respecto a nuestros feminismos y me deja más que invitada a participar.

Lo que más me gustó de la propuesta es que no se trataba solo de punk-rock, se trataba de feminismo, se trataba de mujeres creando música, escribiendo letras con autonomía, para otras mujeres, criticando la cultura y, muy importante, generando espacios propios y seguros para las mujeres.

Tuvo que pasar un tiempo más y algunas otras invitaciones de femfestas a participar, para que por fin decidiera ampliar mi actuancia política (Margarita Pisano) hacia otros grupos. Me dejaron en claro que no sólo se podía aportar siendo música o tocando en una banda, sino que había otros modos, como aportando en las discusiones, en producción, gestión, realizando archivos, compartiendo conocimientos, aportando a los fundamentos, la teoría, el discurso y los procesos internos, o en cualquier actividad de apoyo en las tocatas.

En eso hemos estado los últimos meses, en largas conversaciones y discusiones que nos permiten ir afinando el discurso, desarrollar más profundamente nuestro proyecto, organizarnos entre mujeres para llevar a cabo los talleres, tocadas y festivales, disfrutar del placer de expresarnos y crear junto a las compañeras, muchas de ellas buenas amigas, todo eso con buen rock hecho por mujeres como banda sonora.

Las y los invito a las tocatas que realizaremos pro-fondos para el festival Femfest 10 años, en enero de 2016 (así es la autogestión jaja más info de eventos acá)