Pacos interrumpen con violencia clase de Yoga en el Forestal

Ayer nuevamente con guanacos, los pacos con lunas y lacrimógenas en sus manos dispuestas a ser usadas con quien se interponga en su camino. Interrumpieron por segunda vez la clase de yoga que dicto los días martes a las 19:30 hrs en @yogaenelforestal.

La primera vez no la pudimos terminar porque con motos pasaron sobre los mat de un par de alumnos y la situación se volvió muy tensa e insostenible. Me generó tanta rabia la situación, que cuando fui a enfrentar a uno de los pacos, me tiró la moto encima, generándome mucha angustia dejándome paralizada por unos minutos. A cuadras del lugar lloré con mucha angustia y pude soltar el miedo que sentía por la violencia que se me ejerció gratuitamente.

Hoy pasó nuevamente pero como andaban moviéndose sobre furgones, obligadamente a pie por entremedio del parque, pudimos resistir y continuar la clase.

No fue una coincidencia virabhadrasana (postura del guerrero), donde pudimos manifestar nuestro descontento y lograr sacar ese miedo que nos transitaba por el cuerpo.

A mis alumnes les agradezco por el apañe de ayer, yo ya estaba pensando en dar por terminada la clase, pero cuando pregunté si seguíamos y todes levantaron la mano sin pensarlo mucho, me llenaron de valentía y pude seguir haciendo una de las cosas que más me gusta hacer.

También les pude compartir un poquito de sonoterapia a cada une en savasana, que pudimos realizar a pesar de todo el mal rato vivido por estas fuerzas opresoras.
La energía de nuestra práctica nos acompañó y nos cuidó.

Me considero una persona combativa y lucho por las situaciones que me parecen injustas, pero cuando estoy con mi rol de profe de yoga, estoy con una predisposición muy distinta a la de lucha. Estas situaciones me hacen replantearme si volver a hacer clases en el parque, por un tema de autocuidado conmigo y con mis alumnes. Siento que por más que estemos haciendo una actividad colectiva que es tan enriquecedora para todes y para quienes nos rodean, no es un lugar seguro, para poder cuidarlos y seguir entregando las poderosas herramientas que nos entrega esta práctica.

Es muy importante estar en un espacio que nos entregue calma y así poder conectar con esta linda práctica. En el parque estamos muy vulnerables a lo que decidan otros, a si podemos o no realizar la clase, y siento que se está perdiendo el objetivo que nos reúne.
Estoy llena de emoción escribiendo esto para ustedes, para darles las gracias nuevamente por acompañarme y sostenernos en estos momentos difíciles que estamos viviendo.

Que la práctica nos siga uniendo <3!

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